La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo al estrés ya sea real o imaginado, además, está muy relacionado en como percibimos ciertos eventos o situaciones en nuestra vida cotidiana. Es una sensación de miedo o aprensión por lo que está por venir (un futuro que no ha ocurrido y que tal vez no ocurra). Sin embargo, cuando se vuelve frecuente, intensa y empieza a interferir con la vida diaria, puede ser un signo de que es tiempo de buscar ayuda o asesoría en psicología.
Es importante que sepas esto.
Primero, es importante cuestionar la idea de que «no es tu culpa». No es un signo de debilidad ni es algo que se pueda controlar simplemente con la voluntad. Es una condición que puede afectar a millones de personas en todo el mundo.
Su origen es multifactorial y puede incluir factores genéticos, químicos cerebrales, personalidad y eventos de vida, como percibimos ciertas experiencias, entre otras. Algunas personas pueden tener una predisposición genética, mientras que otras pueden desarrollarla como resultado de experiencias traumáticas o estresantes.
Además, podría ser un síntoma de otras condiciones médicas, como problemas de tiroides o enfermedades del corazón, entre otras. Por lo tanto, es importante un chequeo general tanto físico como psicológico si fuera necesario.
El mensaje de la ansiedad.
Ahora, cabe recalcar la importancia de que desde mi punto de vista como profesional, en el que también he experimentado síntomas ansiosos, me he dado cuenta que en la mayoría de las veces nos quieren comunicar que hagamos un cambio en nuestras vidas o que expresemos lo que sentimos, que le demos espacio a nuestras emociones, posiblemente las estamos ignorando cuando nos quieren comunicar algo importante, ya sea, un cambio de ambiente (trabajo), no relacionarnos con ciertas personas hasta aprender algo nuevo (retar nuestro cerebro).
En resumen, no es tu culpa y no es algo de lo que debas avergonzarte. Si la experimentas, recuerda que no estás solo. Es tratable y muchas personas encuentran la forma de gestionarla a través de una combinación de terapia, cambios en el estilo de vida, en otras palabras, estrategias o actividades relacionadas con el autocuidado, pues es un excelentes aliado para gestionar la ansiedad y en algunos casos con medicación. No dudes en buscar ayuda si la necesitas. Tu salud mental es tan importante como tu salud física.
¿Te sientes atrapado en un ciclo de miedo? ¿Crees que es tu culpa? Te invito a explorar mi acompañamiento de psicoterapia, donde aprenderás que no es tu culpa, sino una respuesta natural del cuerpo al estrés, ciertas situaciones o simplemente no expresar asertivamente lo que sentimos en un momento determinado. Podemos conversar sobre tu dificultad actual y a través de ciertas recomendaciones te podrás ir sintiendo mejor conforme pasen los días, claro, tienes que poner de tu parte y esforzarte pero veras que vale la pena. No dejes que el miedo te detenga.
Preguntas para ti:
- ¿Consideras que es importante para ti hacer un cambio en tu vida en estos momentos?
- ¿Qué te gustaría empezar a sentir en vez de estos malestares que estas sintiendo?
- ¿Cuál crees que seria ese primer paso que podrías dar para dejar de experimentar estos síntomas de ansiedad?